Dentro del panorama de conflictos y cambios que sembraron todo el norte de áfrica desde 2010 la perspectiva de que una nueva voz colectiva surgía era un punto de esperanza en medio de tanta sensación de crisis y desamparo. Un dia de 2011 estaba preparando una de mis clases y volví a leer algo sobre el episodio de los misiles rusos en Cuba de 1962. La crisis con los rusos y la posibilidad de una guerra atómica durante los años sesenta trajeron a primera línea la importancia del miedo colectivo. Bob Dylan escribía por entonces “A hard rain´s a-gonna fall” una canción apocalíptica que se ha relacionado con el anhelo de reformas en un momento de crisis como el de aquellos años. Me pareció que nuestro tiempo y aquel tiempo no eran tan diferentes, y pensé que todos necesitamos una ventana a la esperanza, que es importante sentir que merecemos al menos la posibilidad de esperar a que un tiempo mejor llegue.
Decidí crear Relatorio I con esa idea, todo el mundo debería pensar al menos durante un instante que el ciclo y el retorno existen, y que siempre va a regresar el sol, por muchas nubes que haya.